En la Laura quisimos restablecer las proporciones optimas entre espacios de una vivienda exageradamente fragmentada. La inserción de volúmenes, que incorporan almacenamiento y baños, acotan los distintos espacios, potenciando visuales y una circulación fluida entre ellos, con la posibilidad de segregarse según el uso. Como resultado, la vivienda cuenta con una multitud de recorridos circulares que dinamizan su uso y otorgan complejidad a las transiciones. El uso de puertas correderas como paredes móviles, permiten la transformación de los espacios, agregando o separando piezas entre ellas para establecer la flexibilidad deseada. La materialidad se resuelve desde la estética de la calidez y la homogeneidad que juega al sutil contraste con la preexistencia y refuerza la lectura única del espacio.