La Violeta convierte un patio preexistente en el centro de la nueva propuesta, liberando sus antiguos límites verticales y construyendo bajo él, la plataforma topográfica pétrea que contiene el programa funcional húmedo, y resuelve la distribución de los espacios principales de la vivienda. En esta plataforma, moldeada y excavada meticulosamente para crear la transición entre los distintos niveles del espacio, se agrupan estratégicamente la mayoría de los elementos que requieren suministro de agua como, bañeras, jardineras, lavamanos y fregaderos. La Violeta trabaja en la profundidad operativa y el control de accesos, estudiando diferentes estrategias de permeabilidad, a escala doméstica, entre distintos espacios de la vivienda. La segregación entre espacios de baño, dormitorio y salón se resuelve a través de la materialidad, la topografía, la vegetación y las alturas libres. Se genera una secuencia de espacios diferenciados, con unos límites difusos entre ellos, que permiten los usos simultáneos asegurando la intimidad entre ellos.