La Filomena explora una línea discursiva persistente en el estudio, resolviendo la distribución de la vivienda con la inserción de un nuevo volumen, intencionalmente contrastado con la preexistencia, que contiene el programa funcional de baño y cocina, agrupando así los espacios húmedos y la mayoría de las instalaciones. El espacio negativo ocupado por la caja da lugar a los nuevos espacios diurnos de la vivienda, en relación con la terraza existente. De esta nueva caja parte un nuevo sistema de tentáculos, nuevamente con la paleta cromática propia de la nueva intervención, que distribuye la climatización al resto de los espacios preexistentes. El proyecto se completa con la inserción también de la estrategia de prepatio, que dota a la vivienda en planta baja de privacidad visual y aislamiento, tanto físico como acústico, respecto a la calle.